Si eres un estudiante recién graduado o a punto de graduarte, o simplemente buscas tu primer trabajo, sin tener alguna experiencia laboral significativa debes leer esto.
Hay cientos de miles de trabajos y empresas abiertas a darte esa primera oportunidad en roles júnior o de nivel de entrada, saber encontrarlos y saber demostrarles tu valía requiere seguir estos 3 pasos probados:
Conócete muy bien primero
La carrera que estudiaste, la universidad a la que fuiste, o las notas que sacaste, no necesariamente determinarán si conseguirás el trabajo o no. Si bien no podemos negar que las empresas suelen tener sus carreras o universidades favoritas para ciertos roles, es posible saltarse esos filtros pre-concebidos y debes tener la confianza en ti mismo para hacerlo, abordarlos y convencerlos.
Construir esa confianza en ti mismo requiere hacer un ejercicio de autoconocimiento y al mismo tiempo entender muy bien qué es lo que realmente están buscando las empresas en un talento joven.
El autoconocimiento pasa por reconocer que independientemente de lo que hayas estudiado, desde muy temprana edad y por factores genéticos o del entorno, tu cerebro está cableado de una forma muy particular y tu forma de pensar y las fortalezas natas que tienes, son la más poderosa carta de presentación. Puede ser que hasta ahora no hayas estado expuesto a demasiadas oportunidades para sacar el máximo provecho de esas fortalezas en un ambiente laboral, pero las tienes. Saber que las tienes y reconocer el tipo de trabajos y oficios donde serán aprovechadas al máximo es un gran primer paso para no postularte a cualquier cosa.
Una de las herramientas más poderosas que he conocido es la del test CliftonStrengths de Gallup. La compra del libro “conozca sus fortalezas” podría darte acceso a este test con un código único. De seguro podrías encontrar otros tests similares gratuitos o de menos costo, no importa el camino que tomes para conocerte, hazlo. Podrías explorar conocerte desde la metodología MBTI, o simplemente agendar algunas sesiones con un orientador que te aplique algún test similar y te haga una recomendación de trabajos donde encontrarás mayor compatibilidad.
Hecho esto, incrementarás tus chances, no solamente de postularte con éxito y emplearte en algo donde vean más clara tu valía, sino donde seas felíz haciendo lo que haces.
Acumula experiencias y habilidades transferibles antes de buscar tu primer gran trabajo profesional
Una de las cosas más frustrantes para el talento joven es que se le pida tener experiencia previa. Muchos confunden esto con tener experiencia laboral remunerada previa, pero no necesariamente es así. Conozco al menos tres formas poderosas de acumular experiencias y logros demostrativos de habilidades transferibles, que los reclutadores valoran.
A) Experiencias de actividades extracurriculares de duración y evolución prolongada, donde has ido conquistando diferentes escalones y has estado expuesto a la necesidad de liderar, influenciar y trabajar en equipos colaborativos. Estas pueden ser de voluntariado social, trabajo con ONG´s, deportes de competencia, clubes, grupos culturales, etc. Si te la has pasado la vida solo estudiando o no has sido verdaderamente constante en cosas extracurriculares, acá abajo te muestro otras dos formas.
B) Experiencias laborales de aprendiz, becario, pasante o practicante con o sin remuneración, donde estuviste expuesto al aprendizaje de nuevas habilidades dentro de un ambiente laboral ya complejo, independientemente de si tus labores se reducían a aspectos meramente más ejecucionales, repetitivos o más mundanos, como suele pasar.
Debes reconocer que en estos ambientes, está en ti si te limitas a solo hacer lo que te dicen, o aprovechaste de hacer conexiones, preguntar, aprender de lo que viste o incluso aportar tus ideas para mejorar algo y hacerlo más eficiente, aunque no te lo hayan pedido. De hecho, si procuras este tipo de experiencias antes de titularte y demuestras iniciativa, es altamente probable que tengas una oferta de trabajo fijo que sea simplemente permanecer allí como un empleado de confianza.
C) Trabajo modestamente remunerado en empresas familiares o en empresas chicas, por turnos cortos, con salario mínimo (e.g. una franquicia de comida rápida o atender un kiosko de retail de carcazas de celulares, o un call center). Te sorprendería la cantidad de CEO´s que dicen haber tenido su primer trabajo lavando los coches de los vecinos, volteando hamburguesas, ayudando a cargar cajas o acomodar anaqueles en la licorería de su tío.
Todo lo anterior lo puedes y debes contar en tu CV, de una forma muy particular que enseño en mi libro.
Lo que debes reconocer es que de cualquier experiencia laboral, oficio de voluntariado o involucramiento en organizaciones complejas, o lo que sea, se extraen diversas historias de logros que pueden contar. Con base en historias como las siguientes, he tomado innumerablemente decisiones de contratación como reclutador, tras ver y reconocer el talante de los candidatos detrás de haber hecho esas cosas y contarme algunas historias de problemas que resolvieron en esos contextos: “soy voluntario paramédico de la cruz roja”, “he tocado el xilófono en la orquesta juvenil de mi ciudad por los últimos 6 años”, “volteé hamburguesas en un Macdonalds para comprarme mi primera moto”, “fui scout y aún hoy soy guía scout de niños de 10 a 12 años”. Y hay muchas más.
Las profesiones mejor pagadas del planeta son aquellas donde la gente resuelve problemas de otros. Las empresas, todas, buscan individuos que son capaces de ver un problema, analizarlo, resolverlo y aprender de sus errores. Si no te expones a ambientes donde haya problemas, no tendrás historias que contar. Tu historia de pasar el examen con 10, no es un problema fácilmente extrapolable al mundo laboral.
Conecta con personas influyentes y con tus pares que ya han encontrado trabajo
Recuerdo que mi primer trabajo lo encontré porque un amigo, que tenía un perfil casi idéntico al mío, consiguió trabajo antes que yo, me dio el dato de que seguían buscando llenar más posiciones, me dio el número de RRHH, llamé y me entrevistaron al día siguiente, y lo demás fue historia.
Del mismo modo, son incontables las historias de jóvenes que han conseguido su primer trabajo en la empresa de un amigo de sus padres, pero tuvieron que pedir que fuera hecha la conexión, de lo contrario nadie se los hubiera ofrecido en bandeja de plata. El que no pide no recibe nada.
Por lo mismo que mencioné hace un instante, que personas en cargos elevados empezaron alguna vez desde abajo, hay una empatía y una disposición a ayudar al que va empezando. Lo que debes demostrar es que sabes hacer un pedido, no tienes pena de hacerlo, y lo haces sin temor a nada. Lo peor que puede pasar es que te digan que no, pero sí te ofrezcan valiosos consejos y nuevas conexiones. Tal vez el simple acto de pedir, te gane la oportunidad de hacerte de un mentor de carrera, que no sea ni tu mamá ni tu papá ni tu tío, que nunca serán 100% objetivos al aconsejarte; y hacerte de un mentor es algo extremadamente valioso que la mayoría de tu competencia no tiene.
Si te puedo dejar un último consejo: el primer trabajo profesional remunerado que obtengas y el primer salario que aceptas en tu carrera pueden ser determinantes. Haz un esfuerzo por no conformarte con menos, conociendo tu valía y lo que puedes aportar. Una vez que te “subes” a una determinada curva salarial, tus incrementos serán lentos y graduales y solamente dentro de una curva con rangos bien definidos. Si te va bien, te aumentarás 5% anual. Las promesas de ascenso y de “aquí puedes crecer” no siempre resultan ser tan ciertas, pues la competencia es feroz y depende más de ti y de cómo te vendes y los patrocinios internos que te ganas, que de tu antigüedad, pues a nadie le suben el salario por los años que lleve en ningún lugar.
Es cierto que al acumular experiencias y al dar saltos entre empresas puedes lograr mejoras, pero muchas veces no te querrán pagar arriba de 20% más de lo que estabas ya ganando. Por eso el primer salario que tomas es determinante.
No te vendas por menos, solo por tener un trabajo y no trabajes en cosas que no son compatibles con tus fortalezas natas. Usa a tus contactos y procura la mayor cantidad de experiencias transferibles antes de ir por ese primer gran trabajo. Si tus padres te dicen que te enfoques solamente en tus estudios, pero al final te encuentras a ti mismo jugando o perdiendo el tiempo en ratos de ocio, es hora de romper el cascarón.
No olvides que si quieres información sobre mis servicios de Asesoría Personalizada para encontrar trabajo puedes enviarme un whatsapp haciendo click aquí
Coach Ricardo Lárez
Creador de “Coaching Para El Éxito”
Autor de : “ROMPE TU CURRÍCULUM”